domingo, 23 de enero de 2011

2 décadas, 2 deportes

        Con motivo de la culminación de la primera década del siglo XXI, y el respectivo recuento que uno suele hacer, como acérrimo fanático del deporte, me he encontrado con la particularidad de que durante este período (2000-2010) ha predominado el futbol como disciplina deportiva preferida por los venezolanos, disputándole al béisbol esa eterna supremacía como pasatiempo nacional y desbancando al baloncesto del trono que ocupó durante el decenio anterior (1990-2000).

        Para una mejor comprensión de este fenómeno, debemos dilucidar el origen de estas "modas" o "fiebres" y para ambos lapsos encontramos un detonante común: el logro de un resultado importante de seleccionados  venezolanos a nivel internacional. En primer lugar hablaremos del básquetbol, remontándonos a la gran gesta de la que sin duda fue la generación dorada de este deporte en nuestro país: los llamados "héroes de Portland", quienes clasificaron por primera vez en la historia a unos Juegos Olímpicos (Barcelona '92), enfrentando en la final del preolímpico al mejor equipo que se haya ensamblado jamás, el Dream Team norteamericano de Jordan, Magic Johnson, Bird, Malone, Barkley y compañía, torneo al cual llegaron luego de ganar (también por vez primera) el sudamericano de naciones realizado en el Fórum de Valencia en el año 1991, derrotando al Brasil de Oscar Schmidt en una final llena de dramatismo.

         Este triunfo venezolano en tierras norteñas, aunado a la internacionalización de la NBA, con el astro Michael Jordan a la cabeza, la profesionalización de nuestra Liga Especial de Baloncesto, la mayor difusión a través de los medios nacionales y regionales, la masificación de la televisión por suscripción, aumentando el número de transmisiones de partidos en vivo por semana, generó un interés hacia esta disciplina nunca antes visto en nuestro país, que se vio coronado con la llegada de los dos primeros jugadores venezolanos a la mejor liga del mundo (NBA) como lo fueron Carl Herrera y Oscar Torres y que comenzó a decaer con el inevitable cambio generacional.

          En cuanto al balompié, sin duda debemos dirigir nuestra memoria hasta el año 2001 cuando durante las eliminatorias al mundial de Corea-Japón 2002 y de la mano de Richard Páez como seleccionador,  la Vinotinto obtuvo un total de 13 puntos en las últimas 7 fechas, cifra sin precedentes, con sendas victorias ante Perú, Paraguay, Uruguay y la primera victoria como visitante ante los chilenos en Santiago. Esta racha provocó un furor nacional por nuestro equipo, acostumbrado a sufrir duras y continuas derrotas. Se incrementó el apoyo tanto de la hinchada como de la empresa privada y los medios de comunicación. El crecimiento se sostuvo en las siguiente fase clasificatoria, la de Alemania 2006, alcanzando el total máximo de puntos de nuestra selección en esta competencia, con impresionantes conquistas a domicilio ante Colombia y Uruguay. El momento álgido se vivió en el año 2007 cuando no sólo se organizó con enorme éxito la Copa América, donde los "Lanceros de Páez" consiguieron trascender a cuartos de final, sino que se cerró el año en el quinto lugar de las eliminatorias a Sudáfrica 2010 y con un cambio inesperado de técnico; sin embargo, a pesar de superar el total de puntos obtenidos en la fase previa al mundial de 2006, y de haber logrado puntuar en la altura de La Paz y también ante la poderosa selección de Brasil, no se consiguió el ansiado boleto a la fase final de una Copa del Mundo.
          
            La década futbolera se cerró con lo que fue sin duda el mayor logro de la historia del balompié nacional a nivel de selecciones, gracias a los jóvenes de la sub-20, quienes dieron la alegría al país de poder escuchar el himno nacional en la Copa del Mundo de la categoria celebrada en Egipto en 2009, donde tuvieron una actuación destacada, incluso superando la fase de grupos, dejando más vivo que nunca el sueño  de participar en un mundial de mayores, con una generación de relevo que da para eso y más.

            Ahora bien, vale plantearse ciertas interrogantes en los albores de una nueva década, ¿se mantendrá efectivamente el crecimiento futbolístico de nuestro país o sencillamente será otra "fiebre" que vino y se fue? ¿se recuperará el terreno perdido en el ambito baloncelístico o se perderá en el olvido el legado de los héroes de Portland? ¿surgirá una nueva moda o furor con otra disciplina deportiva? Considero que el deporte venezolano está viviendo un gran momento en todas sus modalidades gracias al apoyo tanto gubernamental como de la empresa privada y que nuestros atletas seguirán engrandeciendo nuestra patria en escenarios internacionales, brindando satisfacciones y  momentos inolvidables que definitivamente tienen un impacto positivo en la sociedad.